Los materiales compuestos ofrecen una combinación única de resistencia, rigidez y bajo peso, haciéndolos ideales para sectores como aeronáutica, automoción e ingeniería avanzada. ¡Pero su éxito depende de un diseño óptimo!
Hay que tener en cuenta la selección de fibras y matrices, la disposición de las capas y los procesos de fabricación para maximizar el rendimiento mecánico y la durabilidad. Un buen diseño puede mejorar la seguridad, reducir el consumo energético y ampliar sus posibilidades de aplicación.